viernes, 2 de octubre de 2009

La Deuda de carbono y la perversidad ambiental de los biocombustibles

El suelo y biomasa de plantas son los dos reservorios más grandes de carbono terrestre, conteniendo entre ambos aproximadamente 2,7 veces la cantidad de carbono que posee la atmósfera. La conversión de hábitat nativos en cultivos libera CO2 debido a la quema o descomposición microbiana de carbono orgánico contenido en la biomasa o suelo. Luego de la liberación rápida mediante el fuego utilizado en la limpieza de terrenos, o por la descomposición de hojas y raíces finas, existe un período prolongado de liberación de gases de efecto invernadero (GEI) por la descomposición o quema de raíces y ramas gruesas y madera.

Los autores denominan "deuda de carbono" a la cantidad de CO2 liberada durante los primeros 50 años de este proceso de conversión de tierras. En el tiempo, los biocombustibles producidos a partir de tierras convertidas pueden devolver esta deuda si su producción y combustión tiene emisiones de GEI menores que las emisiones del ciclo de vida de los combustibles fósiles que reemplazan. Hasta que la deuda de carbono sea devuelta, los biocombustibles producidos en tierras convertidas tienen un impacto en GEI mayores que el de los combustibles fósiles que desplazan.

En la revista Science, calculan los costes totales de carbono en la producción de biocombustibles. Cuando se tiene en cuenta la ‘limpieza’ de nuevas tierras (provocada directa o indirectamente por el desplazamiento de cosechas destinadas a la alimentación) todos los principales biocombustibles provocan un aumento enorme en las emisiones.

Incluso la fuente más productiva- la caña de azúcar plantada en las, poco fértiles, sabanas de Brasil- provocan una deuda de carbono que tardan 17 años en ser canceladas. Ya que la mayor parte de las reducciones se debe realizar ahora, el efecto neto de esta planta es aumentar el cambio climático. La peor fuente- la palma aceitera desplazando a las selvas tropicales que crecen en turba- provoca una deuda de carbono de 840 años. Incluso cuando se produce etanol a partir de maíz cultivado en tierras “descansadas” arables (lo que en la UE se llama set-aside y en los EEUU se llama conservation reserve), se tardan 48 años en pagar la deuda.

http://www.ecoalimenta.com/es/viewer.php?IDN=2807
http://ciencianet.com.ar/219/conversi-n-de-tierras-y-la-deuda-de-carbono-de-biocombustibles

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