domingo, 9 de febrero de 2014

Un pedacito del Compendio de Pacotilla Intelectual



Si una opinión contraria a la suya le enoja, eso es una señal de que, inconscientemente, usted sabe que no tiene una buena razón para pensar como lo hace. Si alguien sostiene que dos y dos son cinco o que Islandia está en el ecuador, se sentirá más compasivo que irritado, a menos que sepa tan poco de aritmética o geografía que la opinión del otro trastorne su propia convicción contraria. Entre estas controversias, las más salvajes son las que tratan de asuntos sobre los que no existen pruebas fidedignas en uno u otro sentido. La persecución se usó en la teología, no en la aritmética, porque en la aritmética hay conocimiento, pero en la teología solo hay opinión. Así pues, cada vez que se sienta enojado por una diferencia de opinión, póngase en guardia, pues es muy probable que, al examinar su creencia, descubra que va más allá de lo que justifica la evidencia.


Bertrand Russell, (1872 - 1970)