Un
conocido mío que vive con los suegros, aprovechando que éstos se habían ido de
vacaciones, decidió instalar una reja al frente de su casa, tomó la lienza y
midió: 12 metros. Fue a un taller y solicitó la fabricación de tres tramos de 4
metros cada uno. Cuando recibió el pedido fue a su casa y trató de instalarlos,
el resultado fue desalentador, la reja quedó larga. Desinstaló los tramos y los
contó: uno, dos, tres. Los midió: 4 metros cada uno. Multiplicó en su cabeza
4x3=12, no debía haber ningún problema, los volvió a instalar; otra vez quedó
larga. Midió nuevamente el frente de su casa: 12 metros.
Decidió
tomarse una cerveza, volvió a medir el frente de
la casa, midió los tramos, los contó, los instaló de nuevo; nada, la reja aún estaba larga, exactamente en un metro.
Al
día siguiente invitó a unos amigos para que le ayudaran. Al finalizar estaban
borrachos de tomar cerveza, pero no habían podido encontrar dónde se hallaba el
error, y es entendible, un asunto así hace dudar hasta de tu educación y perder la fe en la vida.
La
explicación resultó se bastante banal: la suegra, unos días antes, pintando el
cielorraso de la casa, había manchado la lienza con pintura entre los 7 y 8 metros, y no halló mejor
solución que cortar el pedazo manchado, el cual medía 50 cm; ¡y pegarlos de
nuevo!.
Mijaíl Zadórnov
Traducción: Gabriel Calle
Traducción: Gabriel Calle
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